Hablemos de la forma.
Del dibujo y la melodía de nuestro discurso.
Así empiezan las clases de oratoria en el Taller de veu y nos focalizamos en el cómo. Con qué dibujo, con qué musicalidad exponemos una idea a través de nuestra voz. Y entonces nos encontramos con la necesidad de detenernos en el camino que tanto hemos seguido a lo largo de nuestra vida.
pasamos de la inmediatez del:
idea ▶ resultado
al:
idea ▶ mecanismo ▶ resultado
Tenemos, entonces, observar la laringe ya que es ella quien nos proporciona la voz.
Como todo instrumento, tiene un mecanismo propio y unas leyes intrínsecas que debemos conocer y respetar. El gran problema es que no lo vemos. No tenemos la guia visual que tanta información nos brinda. Entonces el trabajo empieza con la observación interna reconociendo y ubicando esas partes descritas en la anatomía médica.
Poco a poco, vamos poniendo en funcionamiento cada una de las partes involucradas en la fonación. Aquí insisto en la inmensa COORDINACIÓN que necesitamos adquirir para llegar a equilibrar el mecanismo y así disponer de él para dibujar nuestro discurso.
¿Te has parado a pensar la impecable coordinación del aire y de la tonicidad de las cuerdas vocales del célebre Pavarotti? ¿De los grandes matices orales que usa Vittorio Gassman en sus recitales?


